A menudo te encuentras en baños públicos donde puedes usar toallas de papel y secadores de manos de aire caliente. Es obvio que en el primer caso habrá un dispensador de toallas, en el segundo tendremos un dispositivo electrónico que secará las manos dispensando aire caliente. En ambas variantes encontraremos varios modelos, desde los más sencillos hasta los más complejos, desde las líneas más básicas hasta las más sofisticadas pero manteniendo el mismo principio de funcionamiento.
¿Qué eligen los usuarios en promedio y en qué factores podríamos también hacer una elección de compra?
Claro, la presencia de ambos puede ser una excelente solución pero veamos cuáles son los pros y los contras de las dos opciones.
Una encuesta* de 2021 en la que participaron siete países y un total de 7063 encuestados encontró que el 63 % de esta muestra no se seca las manos lo suficiente porque los secadores de manos tardan demasiado en secarse por completo. Esto significa que un buen porcentaje de personas que utilizan secadores de manos de aire caliente salen del baño con las manos no completamente secas, esto lamentablemente en términos higiénicos no es representativo de una buena práctica ya que el agua y la humedad son excelentes sustratos de desarrollo para virus y bacterias.
Otro estudio también de 2021** reveló que de 3016 participantes, el 68% de estos dice que no usa dispositivos de aire para no contaminarse con las superficies de las áreas compartidas de los baños. El Covid en particular nos ha enseñado lo importante que es una correcta higiene, especialmente en los lugares públicos y especialmente significativa desde un punto de vista higiénico como los baños y también cómo las manos son las protagonistas absolutas de una correcta prevención del riesgo de contagio.
Además, las toallas de papel pueden tener otros usos, mientras que los dispositivos de aire caliente solo pueden cumplir esa función. Pensemos en las familias y en aquellos padres o madres que pueden solucionar rápidamente pequeños imprevistos o necesidades de sus hijos con un papel toalla.
Por lo tanto, ¿debemos evitar los secadores de aire caliente? No, estos últimos en realidad tienen otras ventajas y un tipo de consumo que se centra en otras elecciones.
Los dispositivos de aire caliente reducen considerablemente el consumo de papel, lo que representa una opción más ecológica. Los modelos de secadores de manos con potentes motores pueden secar las manos de forma práctica y rápida, ahorrando además en el consumo eléctrico. Además, si están equipados con un filtro HEPA capturan las partículas de suciedad, evitando que se dispersen en el aire o en la superficie de la piel.
El secador de manos de aire caliente también evitará el consumo irresponsable de toallas-sábanas y salvará al baño de un aspecto desordenado por la acumulación de sábanas tiradas por error de los contenedores adecuados aumentando así el nivel de higiene y limpieza en el propio baño.
El aire caliente previene posibles irritaciones de la piel al evitar el contacto directo y el roce, por lo que es excelente para pieles especialmente sensibles, con dermatitis o psoriasis y para niños.
Por último ahorra en costes de mantenimiento, ya que no será necesario añadir material de reposición como en el caso de los dispensadores con toallitas.
Entonces, ¿es mejor usar un secador de aire caliente o un dispensador con sábanas? Cada uno de ellos tiene sus ventajas, nos queda evaluar los diversos elementos y en base a estos hacer nuestra elección de acuerdo con las necesidades de los usuarios, nuestras necesidades y objetivos.
* Encuesta United Minds en colaboración con CINT (marzo de 2021), encuesta de mercados: Alemania, Reino Unido, EE. UU., China, Francia, España, Suecia.
**United Minds en colaboración con la encuesta CINT 2021, encuesta de mercados: Alemania, España, Suecia.
