Contar con dosificadores de jabón líquido en los aseos públicos es ya un hábito tan consolidado que pocas veces nos paramos a pensar cómo, gracias a estos objetos, podemos evitar muchos problemas: lavarse las manos, de hecho, es la forma más reconocida de evitar pequeñas y grandes dolencias, un sencillo hábito que, sobre todo en la temporada de resfriados y gripe, adquiere un valor aún más importante.
No siempre fue así. Demos un paso atrás.
THINK DIFFERENT.
En la primera parte de «Le llamaban Trinidad» la famosa película de 1970 protagonizada por Terence Hill y Bud Spencer- hay una escena bastante famosa en la que Trinidad/Hill se da un baño para quitarse el olor y el polvo acumulados al cruzar los polvorientos desiertos del oeste. El baño tiene lugar en una bañera de agua -que inmediatamente se vuelve marrón- y el único producto higiénico disponible es un viejo trozo de jabón, arrojado al agua misma.
Sabemos que en el Viejo Oeste la higiene no ocupaba el primer lugar en una hipotética escala de importancia de los valores cotidianos. Sin embargo, por lo que a nosotros respecta, tenemos que quedarnos más o menos por aquellos lares y dar un salto en el tiempo de alrededor de un siglo, para encontrarnos ante la figura -no demasiado famosa a decir verdad- de Robert Taylor. Que no es ni un vaquero ni un actor, sino el inventor del jabón líquido. De hecho, al observar el deterioro de una pastilla de jabón en el agua, a Taylor se le encendió la clásica bombilla de «pensar diferente»: ¿por qué no idear y comercializar productos detergentes en forma líquida?
Fue a finales de los años 70 y el rotundo éxito de aquel invento abrió el camino a muchas otras creaciones, como los necesarios dispensadores, que hoy son sin duda el sistema más utilizado para garantizar la higiene y la limpieza en lugares públicos y cuartos de baño.
¿Cuál es el mejor dosificador de jabón de pared?
El mejor dispensador de jabón de pared es el que satisface las necesidades de sus clientes. De hecho, al evaluar las opciones de dispensadores de jabón líquido, ya sea para el baño de un restaurante, una oficina u otro entorno público, hay que tener en cuenta varios criterios:
- Funcionalidad y facilidad de uso para todo tipo de clientes de aseos públicos, desde adultos hasta niños pequeños.
- La sensibilidad del sensor (en los modelos automáticos) para garantizar una dispensación rápida y suave.
- La capacidad del depósito, que afecta a la frecuencia de rellenado y/o sustitución del cartucho.
- La compatibilidad del jabón con el tipo de jabón líquido deseado.
- La estética del producto, que debe integrarse armoniosamente en el entorno público.
- Respeto por el medio ambiente y bajo impacto ecológico: una característica cada vez más demandada por los fabricantes de accesorios de decoración y más.
Mar Plast ofrece una amplia gama de dosificadores de jabón murales, tanto manuales como de recarga de cartucho, disponibles en diferentes modelos, colores, acabados y capacidades para satisfacer todas las necesidades.
Hemos añadido dos características a nuestros productos: el diseño y la ecosostenibilidad de los materiales que utilizamos para fabricarlos.
Nada se deja al azar, porque la atención a cada detalle es lo que caracteriza nuestra idea de diseñar y comercializar lo que realmente queremos que sean los mejores dosificadores de jabón para nuestros clientes.
Los mejores dosificadores automáticos de jabón de Mar Plast
Los dispensadores automáticos de jabón, que también pueden utilizarse para gel desinfectante, funcionan mediante fotocélulas de infrarrojos que activan el mecanismo dispensador de jabón al pasar la mano.
Se consideran de los dispensadores más «higiénicos» para los aseos públicos, porque no es necesario el contacto directo con el dispensador y esto disminuye el riesgo de que virus y bacterias se asienten en la superficie y se transfieran de una mano a otra.
Una de las ventajas del dispensador automático es que también garantiza una dosificación precisa del jabón: está diseñado para dispensar la cantidad ideal de jabón, evitando el desperdicio y garantizando una higiene óptima.
Mar Plast ha diseñado un dispensador electrónico de jabón líquido con accionamiento por fotocélula, que garantiza la higiene y evita el derroche.
Entre los numerosos modelos disponibles, sólo podemos recomendar los más recientes del catálogo: los dosificadores automáticos de jabón de la nueva colección Skin Sand&Stone. Fabricados en plástico reciclado pre y post-consumo y con una textura granulada que recuerda a la arena y la piedra, son accesorios de diseño acordes con las últimas tendencias en cuartos de baño.
Los mejores dosificadores manuales de jabón de Mar Plast
Aunque los dispensadores automáticos son el modelo más avanzado del mercado, los dispensadores de jabón manuales siguen siendo una opción fiable en muchas situaciones.
Sin sensores ni tecnología compleja, son intuitivos y fáciles de usar, y debido a la ausencia de componentes electrónicos requieren menos mantenimiento que los automáticos.
Mar Plast ofrece dispensadores de jabón manuales de pared en cada una de sus colecciones, pero si busca un producto innovador y respetuoso con el medio ambiente para su baño público, los dispensadores de las líneas Woodplastic y Skin Carbon podrían ser lo que busca.
Aunque hoy en día todos podemos seguir sumergiéndonos en la imaginería de los spaghetti-westerns, cabalgar con Tex Willer y sus compañeros, emocionarnos con la justicia de Clint Eastwood o reírnos con los puñetazos de Terence Hill y Bud Spencer, afortunadamente el tiempo de bañarse en la bañera ha terminado.
Y, visto lo visto, estamos seguros de que Trinidad y Bambino también se habrían alegrado.
